Toda quimera busca a Dios. Lo divertido es que Dios no pide a la quimera que lo encuentre: esta frente a sus ojos y en su alma todo el tiempo. Dios dice: asemejate a un mosquito. La quimera no escucha, la quimera crea, recrea, sufre, llora, ama, odia, es feliz, se emborracha... Trata de no asemejarse al mosquito y busca...
Pobre quimera, que no encuentra lo que está frente a sus ojos porque no quiere ver!!!
Tenemos que ser justos: un mosquito no es interesante. La quimera tiene la llave del bien y del mal, del arte y la poesía, del lenguage y del genocidio, el progreso, la ametralladora; es capaz de matar sin necesidad, vive en el tiempo, se entrega a la filantropía y a la infidelidad; es capaz de decir verdadero y falso, imagina, dice "yo". Gran problema somos, quimeras todos... Se entiende que la Biblia nos ponga en el pináculo de la creación... Pero ¿y Dios que pensará de esa aserción? A veces me pregunto: ¿qué clase de quimera es Dios, que creó este mundo con esta quimera? ¿De que realidad escapa él? ¿Qué Dios le dice: "asemejate a un mosquito"?
martes, 30 de junio de 2009
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