sábado, 25 de septiembre de 2010

Al lado de la ruca, el niño esta jugando bajo la vigilancia indirecta de la madre, que pela piñones. Hay una niebla que supura de entremedio de los árboles de esta tierra fría y de los troncos oscurecidos por las lluvias. Hay barro y sus pies se deslizan ágiles a ver a los que llegan.

Aún  niño, ve a los hombres . La última vez, salieron, los vio con lanzas, y llegó uno montado en un caballo. Ahora vuelven pocos, las cabezas están gachas y los abate el silencio. Los Chilenos llegan con armas frente a las que ya no pueden luchar. Han perecido muchos en Temúco, muchos en Lumaco.

El niño presencia los últimos días de del Reino de la Araucanía y Patagonia, pero sus ojos no lo saben. Sólo saben que la cara de su padre no esta en el grupo. Su madre pela piñones y su cara no se mueve, insondable y dura. Entra a prender el fuego, sale de nuevo, se siente, y sigue mientras mira a los hombres y luego a su niño.


Llegarán más años de guerra y los parlamentos, y el niño será hombre y peleará sin suerte, porque el mundo ya no sonríe a su gente. Inexorablemente llegarán los Chilenos, trozarán la tierra y la repartirán. El Lof será puesto en una reducción y brotará el alambre de púas. Llegarán los hacendados. Sin saberlo, el niño llegará a ser adulto en un mundo quebrado. Será peón, será agricultor y conocerá que el derrotado no tiene cabida. Su hijo se irá de joven a la la cuidad. Como a todos, el alcohol lo habrá  disipado. Lo engañarán y comprarán su tierra por nada. Deberá también ir a la cuidad con su hijo. Una casa hacinada, fábricas, ladrones y el desprecio del mundo de calles empedradas  y dinero insuficiente y trabajo constante y personas con sombreros y mujeres con polleras verán su muerte.

miércoles, 8 de septiembre de 2010

Reflexiones Políticas sobre la Espada y el Príncipe

(Entrada larga, long indeed, viene en dos partes o una que será expandida tiempo mediante. Requiere una cabeza política fría y desapasionada -venir de la escuela del escepticismo "in politicis", y mucha paciencia. No pretende agradar ni a la derecha ni a la izquierda ni al centro -what's the big difference anyways?)

A) El Lobo Soberano
La política es una ocupación desagradable. Al fin y al cabo, se trata del ejercicio último del poder sobre la vida de la población dentro de territorios determinados, poder que incluye como ultima ratio (o como expediente normal según las circunstancias, según según) la decisión sobre la vida y la muerte. La modernidad la concibe dividida en dos -esto desde Maquiavelo: la pacificación interior, llamada la "bas politique" (la sucia tarea cotidiana de mantener el statu quo vigente) y la defensa o la expansión exterior, tarea considerada como "haute politique", digna de Napoleón, Federico el Grande... Clausewitz - en una palabra, la guerra, la preparación para ella y toda la actividad que tiene como última ratio la guerra: la política exterior. La política se orienta, en último término, por la existencia del enemigo (interno y externo).

La pacificación interna se logra por el monopolio de las armas por parte de un órgano que se convierte en soberano: el Estado. Desde Maquiavelo y Hobbes, el estado es el objetivo primero del príncipe para asegurar su poder. El estado concentra todas las armas y todo el poder de la violencia "legítima". Hobbes nos dice que el lobo supremo se alza como árbitro absoluto cuya decisión es definitiva e inapelable. Este lobo requiere la sumisión absoluta y entrega la "paz" (que es el paso de muchas arbitrariedades en conflicto perpetuo a una arbitrariedad que es ley para todos -excepto para el propio príncipe) -ergo, para ser inapelable, debe ser todopoderoso: la población debe quedar inerme frente al poder de la espada del estado; la población debe depender del príncipe para su protección, tanto de sus congéneres como de los forasteros. Pero la paz es el beneficio de algunos por sobre otros. El monarca debe saber bien con quienes aliarse, ya que los que no se benefician no estarán contentos, y son el posible foco de ruptura de la "paz"...Basta con ver el destino de Luis XVI, pobre diletante que no entendió el poder de la burguesía en ascenso y de la desesperación y el hambre del pueblo, y siguió beneficiando a una nobleza decadente e inútil y a un clero voraz, en detrimento de la población general de Francia -y de sus soldados, un error garrafal.

B) La Maquinaria del Lobo:
Sin embargo, la estructura, el Estado, sobrevive a todas sus cabezas, y siendo el instrumento, es el premio, pero además, comienza a tener orgánica y vida propia. Hay una mecánica que caracteriza al estado: la racionalización y el control.
El estado esta en su inicio volcado a lo público. Este dominio de lo público es por sobre todo la preservación de la "paz" (a expensas del hambre, la destitución, la arbitrariedad del mundo económico con sus fábricas y marginalidad, el aplastamiento de los movimientos obreros; antes, a expensas del expolio del pueblo para mantener los privilegios de las noblezas cortesanas y los príncipes), pero puede, también, en casos más radicales como la Comuna, llegar a ser la imposición de la "virtud" (la revolución francesa en su fase Jacobina), de la "decencia" victoriana, de la "dictadura del proletariado", etc.

B.1)La Paz Pública
Es interesante notar que la racionalización y el control de lo público se dio en el estado absolutista y en el liberal. En ambos, lo que el estado hace es "quitar" e "imponer": quita en la forma de impuestos y gravámenes, con el fin de imponer orden y preservar el orden. El estado absoluto quita (impositivamente)para imponer el orden estamental; el estado liberal quita (impositivamente) para imponer el orden del mercado. En uno, se defiende la "tradición" y los "privilegios" y se alimenta a la nobleza y al clero con el dinero del pueblo y de la burguesía; en otro se defiende la "libertad formal" y la principio de la libre iniciativa a rajatabla (con todas sus consecuencias nefastas, basta hojear a Dickens, o Baldomero Lillo para darle entrada a los locales), en las que el estado no puede intervenir. Marx no erró el diagnóstico de su tiempo: el estado estaba para asegurarse que la población en general quedara a expensas de lo que la burguesía dictaminara como el sueldo del mercado y las condiciones del mercado. El estado estaba para mantener el orden y asegurarse que niños, mujeres y hombres trabajaran 16 horas diarias, que hubiera orfanatos-fábrica, y que la burguesía pudiera cortar su tajada de la torta y dejar las migajas al resto.

Ambas formas de control no están interesados en el "bienestar" ni los "derechos" de los hombres, sino en mantener un statu quo determinado y bien definido. El orden público, que es la "paz", es simplemente que todos estén donde deben estar y juegen el rol que les corresponde para que se perpetúe ese orden. No hay gran control policial, ni funciones de salud, educación, etc. por parte del estado. De eso se encargan los privados (el clero mayoritariamente para los desposeídos; y para los más afortunados, y algunas instituciones privadas). El estado liberal debe velar por la mantención de la libertad formal para contratar y despedir, es esta la convivencia pública que permite que florezca el comercio y la industria.

Este tipo de estado empieza a conocer desajustes a lo largo del siglo XIX, crecientes olas de insurrección del pueblo, y -ironías de la vida-, Bismarck es quien acepta el desafío y comienza a dictar las leyes sociales. Sale también la Rerum Novarum. León XIII y Bismarck comienzan a vislumbrar lo que a finales del siglo XIX y durante todo el siglo XX va a empujar adelante la política y la sociedad: quién se queda con qué parte de la torta.

Antes, el estado democrático "normaba" intercambios libres entre las personas: para casarse, había un procedimiento civil; en caso de disputa, existía un tribunal que podía dictaminar en cuanto juez o árbitro. Existía el debido proceso al menos en principio, existían leyes para el control de la criminalidad. Los hombres conocían ciertos derechos y tenían ciertas garantías, si bien eran existencias en papel más que en los hechos. Durante el estado absoluto,  no importaba mucho lo que los hombres hicieran siempre y cuando pagaran los impuestos y fuesen a la guerra de ser necesario. Tampoco importaba mucho si vivían o morían, si tenían hambre o no. Hay censura, no se puede hablar contra el rey, hay que seguir la confesión del monarca, pero en general, nadie se entromete en la familia, o en las formas de criar a los niños, sobre todo en las clases más bajas de la sociedad, abandonadas de Dios y de sus congéneres.
El estado liberal garantizaba ciertos derechos como el habeas corpus, la libertad de conciencia, el derecho a recibir un salario y a trabajar libremente, la imparcialidad del juicio, la objetividad de las leyes en su aplicación, and so on.

La llegada de la democracia como ahora se entiende, surge del ataque del estado total, que amenazó al mundo durante la entreguerra y que jugó su basa y perdió en la Segunda Guerra Mundial. Luego de la derrota del Reich, y con Rusia ad portas, se consolida el aludido estado democrático intentando salvar a Europa de las hordas del este, que llevaban la hoz y el martillo y la planificación quinquenal y los campos de concentración a toda Europa Oriental. Este Estado, salido de Bretton Woods, la ONU y el plan Marshal, tiene como marca ideológica la salvaguarda de los "derechos", sobre todo a la vista de la racionalización industrial del exterminio, tan sólo organizable desde el estado, que orquestaron Hitler y Stalin.

B.2 Libertad Negativa y Positiva:
El nuevo tipo de estado implica unas reglas del juego en las que nadie tiene un poder arbitrario, sino que todas las partes intervinientes conocen límites, tienen derechos y deberes, y todo esto se hace por medio del "estado de derecho" - la legislación como expresión de soberanía es dictada por representantes del "soberano" que pasa a ser el "pueblo". A diferencia del estado liberal (que era la encarnación del gobierno de la libertad desde las revoluciones de comienzos a mediados del siglo XIX), este estado no sólo cuida unas reglas del juego en las que los individuos supuestamente son "iguales". El estado liberal cuida la "libertad negativa": hay un área donde este no puede intervenir, y que es la esfera de la libertad. El estado sólo puede intervenir como árbitro de interéses en conflicto o  cuando cierta "libertad" sale de su "privacidad" y se convierte en amenaza para el "bien común" (el libre funcionamiento del mercado, dicho sea de paso).  El nuevo estado de la democracia de post guerra pasa a ser garante de una serie de "derechos" y también de la "vida". El estado administra la vida, y la acumula. Asegura el resguardo de los  "derechos humanos", y también sanciona agencias encargadas de velar por ellos. El estado lentamente comienza a volcarse a la regulación de lo "privado"...

Foucault nos señala este camino. El poder se descentraliza y se dispersa: con sus ojos vemos una gigantesca máquina de vigilancia y control ubíqua, donde todos somos nuestros propios carceleros... Algo de eso hay, pero pienso que esta maquinaria ubiqua sigue obedeciendo a la emanación del estado como productor de legislación y por ende, sancionador de la legitimidad de distintas agencias, instituciones, prácticas, etc. que se ciernen sobre la sociedad. Ergo, es gracias a la producción de legislación que se asigna a los colegios roles de vigilancia de la conducta de niños, se deriva a la institucionalidad psiquiátrica casos sospechosos de abuso, violencia, etc; se permite la intervención de guardias privados y cámaras de vigilancia, se instalan fonos denuncia. Foucault hizo una especie de metafísica del encarcelamiento: como es arriba, es abajo, y al igual que allá afuera en el todo hay vigilancia, control y normalización, lo hay al interior de la parte, en un feedback mechanism donde todos son observados y observan, reforzando las conductas favorables al "poder", que finalmente no esta en ninguna parte sino en todas, no es un ojo vigilante, sino los ojos de todos vigilándo y siendo vigilados.

El rol de los derechos humanos, de los ciudadanos, del niño, de la mujer, etc. permite comenzar esta intervención de la vida privada: veladamente, el estado se convierte en educador de la población, y "prepara" a las personas para poder vivir en el reino de los derechos. Cambia el concepto implícito de la libertad, que de ser "negativo", pasa a ser "positivo". La diferencia fundamental es que ya no se estatuye una esfera de albedrío de los individuos donde nadie más que ellos pueden decidir. La libertad es la actualización de ciertas potencialidades sin las cuáles el individuo no es "libre": necesita ser educado para desplegar esta potencialidad. Si un niño no sabe matemáticas, le va a estar vedado la solución de problemas matemáticos, el poder llevar sus cuentas ordenadamente; si no ejercita su cuerpo, no va a desarrollar determinadas facultades: no podrá jugar football adecuadamente, no podrá subir un cerro cuando le plazca, etc.

La educación le "abre" nuevas áreas de acción al individuo, siempre y cuando pase por el adecuado "training". por lo tanto, "puede" hacer más y ser más, ergo, es "más libre". Lo mismo pasa con el reino moral de la convivencia mediada por los "derechos": el acceso al respeto de la propia persona por los demás, la erradicación de las arbitrariedades y finalmente eliminar la necesidad de la represión supone entrenar a la población en determinadas conductas y visiones que garanticen que este estado de cosas sea posible. Y ese estado es la promesa y la excusa para intervenir las familias, sus relaciones, las insitituciones, etc, etc, etc.

Controlado lo público, se empieza a controlar lo privado...La legislación abre la puerta al poder sobre la vida de las personas y sobre el "bien" y el "mal" de los individuos. Se abren derechos a la expresión de identidad sexual, formas de vida, etc. Sin embargo, todo regulado, normado, por ley, mediado por tribunales, consejeros, jueces, policía, psicólogos, etc. Los "derechos" imponen un "deber ser" en el que los individuos deben ser educados. En el plano local, en esta ciudad específicamente, la lenta pero sostenida "reeducación" del macho chilensis esta empezando a rendir frutos...

J. Butler ("A feminist Theory of the State") defiende magistralmente el rol del estado como interventor contra la libertad negativa definida como un espacio legalmente organizado para la opresión y el abuso (en el caso que a ella le interesa, entre géneros). La legislación que defiende la "libertad" de los individuos, y por ende la no intervención del estado en la esfera de la privacidad, es una legislación hecha para favorecer la tiranía de determinado grupo sobre otro (en este caso, de los hombres sobre las mujeres). Lo mismo se puede extender a los niños y ancianos. Al quedar algo no normado, se deja espacio para los juegos de abuso y poder. Por ende, hay que legislar y dar mecanismos de defensa contra la "brutalidad machista". Esto extensible a padres abusadores, personas que discriminan a los gays, etc.

El rol del estado que garantiza, ya no sólo derechos de ciudadanía y de juicio justo (puros derechos públicos), sino derechos humanos (educación, igualdad de género, etc), es decir, derechos de las personas en cuanto tales, se levanta como padre sobre una población que aún no tiene el nivel de "madurez" necesaria para vivir según tan alto estándar. Ergo, en el caso de Butler, el estado debe normar lo "privado" y así salvaguardar los derechos de las mujeres en el caso que a ella le interesa, o de los niños, los ancianos, etc. La población debe reeducarse y esta reeducación requiere un potencial ojo vigilante sobre la conducta adentro de los cuatro muros de la libertad negativa y del patio de cada cual.

B.3 La Crítica, Los Actores Sociales, El Estado Garante de Derechos. 
A diferencia de Foucault, que ve el poder emanar desde abajo por relaciones asimétricas de fuerza, dominación versus resistencia y evitación, vigilancia y ocultación (las familias, colegios, oficinas, etc, constituyen estos nodos de relaciones de fuerza y resistencias), el estado como educador es una visión diferente. Todas esas relaciones de fuerza son intervenidas ya que se legisla y por ende, se da la sanción de legalidad al proceder de la policía, y de innumerables agencias estatales y también privadas (colegios, la policía, centros de mediación, hospitales, etc). El poder que se daba como arbitrariedad que escapaba la esfera estatal y de la legislación -el backyard de todo individuo o familia, crea disimetrías y dominados. También una alta tasa de niños maltratados, mujeres golpeadas, alcoholismo, etc.

Pero el asunto, visto políticamente, no viene de sentimientos de altruismo y humanitarismo que repentinamente habrían prendido en las clases dirigentes o en las esferas cultas -que son las que influencian la vida cultural, y van dictando los patrones culturales, los valores, etc. La burguesía ilustrada explotaba al proletariado y comenzó a ceder bajo la presión del conflicto social y la erosión causada por las guerras mundiales, no por corazón humanitario; el proletariado mismo era sumamente "machista", y no vino de ahí el movimiento el movimiento de liberación femenina. Durante mucho tiempo (todos los siglos anteriores al XX), lo normal era que el poder no se interesara en la vida privada más que cuando esta se entrometía en el funcionar del público. Lo que veo es que a nivel de la "cultura" (esa evanescencia que tiene un peso tan concreto y material a medida que se acumula a través de períodos prolongados) emanada por la ilustración (y que se veía fraguando desde el Renacimiento), había un movimiento de racionalización pero también de crítica progresivo, que era al fin y al cabo la quintaesencia de la ilustración. Este fue minando los statu quo imperantes, lenta pero inexorablemente, y fue poniendo en tela de juicio: al soberano y el derecho de la espada; a la explotación, al rol del proletariado y a la sociedad dividida en clases; a la religión  y la moral. Luego al concepto de ciudadano burgués, luego a la exclusión de la mujer de la vida política, luego al lugar de los niños como objetos pero no sujetos de derecho, y así sucesivamente.

El movimiento crítico comienza a quebrantar el entramado de dominaciones "privadas" y "públicas". Surgen los proletarios, las razas, las mujeres, los extranjeros, los jovenes... como agentes dispuestos a luchar contra estas dominaciones tradicionales y conquistar un espacio nuevo, y nuevos "derechos"....

(continuará)

Deus et homini

"Nos ha dejado espléndidas metáforas y una doctrina del perdón que puede anular el pasado"
(Jorge Luis Borges, "Cristo en la Cruz"; Tintoretto: "La Crucifixión").

(originalmente publicado el 9 de diciembre del 2009...mala costumbre, pero es la temporada...)
Cristo esta en la cruz. Me lo encuentro en los hospitales, en las aulas de la Universidad Católica, en las iglesias y cementerios. Una cosa es el enigma de haber escogido una muerte tan espantosa como símbolo del Dios del amor. Otra cosa -y que hunde sus raíces en mí- es la pregunta por aquella salvación que, según registran los evangelios, el nazareno ofreció. Nos dicen también que la concedió una ultima vez, clavado a la cruz como un criminal, a un criminal: "esta misma tarde estarás en mi reino".
Me pregunto si su reino esta más allá. ¿Es realmente necesario un más allá para la salvación?



1) El mundo no sabe que es mundo, la hoja no sabe que es hoja. El hombre sabe que es hombre; las cosas siguen sus cursos, infexibles e infatigables: a esto pertenece la persistencia del cielo, el dolor de la cacería, el recambio de las estaciones, la descomposición de las carcazas.  El hombre tiene una carne que sigue un curso inexorable. Sin embargo, hay algo en el hombre que es abismalmente diferente: encendiendo esa carne y circulando en la sangre que la baña, en algún punto ubiquo del cuerpo, hay una voluntad. Algo dice "yo", como no lo dice (al menos no que sepamos) ni la rana ni el pasto.
2) Si las cosas siguen su curso inexorable, y si es el caso que los pajaros vuelan, los leones cazan y las hormigas se refugian en el invierno, entonces estas cosas no deliberan, pues no dicen "yo" -no se saben leones o pájaros. Sus actos llevan a la realidad un designio que los trasciende, y que simplemente obra a través de ellos. Desde el momento en que el hombre dice "yo", entonces delibera. Al deliberar, demora la acción que debe hacerse. Esta demora se debe a que el "yo" interpone pensamiento, propósito, voluntad. Tiene conciencia de sí. La conciencia de sí inaugura el don de la libertad.
3) Es necesario por lo tanto, que si Dios crea seres con la capacidad para ser buenos o malos, algunos resultaran malos y otros buenos, o que todo hombre a través de su vida obrara ambas cosas. Esto es lo inexorable del hombre. El ladrón es malo: esto lo sabemos por sus palabras, que delatan que ha escogido el mal. Sin embargo, es perdonado. Y es que los actos del hombre pueden entenderse según el individuo o según la especie. Según el individuo, hay responsabilidad o culpa. Según la especie es otro el verdicto: siendo todos los hombres libres, entonces las acciones de todos los hombres tienen que sumar todas las acciones que son posibles a la especie. Esto significa que debe haber hombres que obren el mal, y de las acciones malas, algunos deben obrar las peores, para que todo el espectro de acciones posibles se actualize a cada momento. Entendiendose esto, algunos van a obrar el mal, a escogerlo, quizás a su pesar: es necesario para que la libertad siga siendo posible. Siendo el hombre libre como individuo, como especie esta destinado a realizar la potencialidad que corresponde a su especie. Si el hombre es libre, la especie como tal abarca la realización de lo que potencialmente es el hombre, ya que un hombre individual no puede realizar todo lo que la  esencia  que se expresa en él supone. Algunos, los menos, son la realización de la virtud; otros, los más, son la realización de la mediocridad -su vida será la amalgama de virtud a medias y de vicio o de mal a medias ; otro grupo, menor en número, realizará el mal y el vicio como rasgo predominante; y un  último grupo, tan reducido como los virtuosos, serán los peores. No importa que hombres escogan o se vean impelidos a uno u otro camino: lo importante es que siempre habrá hombres que cumplan cada papel, y así, lo que sea "el hombre" llegará a ser en acto.
4) Por lo tanto, el ladrón escogió el mal, y como individuo es condenable; sin embargo, como parte de la especie, lo que hizo era necesario, ya que era necesario que algunos perpetraran el mal para que la libertad siguiera existiendo. Nadie, visto desde el punto de vista de la especie, en que una  esencia  se  debe realizar, es responsable, sino un instrumento o medium. Sus acciones voluntarias son su responsabilidad, pero, al final, como tales, son parte de un designio que está por encima del mismo ser humano libre.  Obrando libremente, no sabe que obra algo que lo trasciende. Ergo, Cristo perdona al ladrón, ya que el ladrón no sabe que es parte de la realización del designio del creador. Dado que Dios ha creado un ente libre, el ladrón y sus fechorías son parte de la realización de esta libertad.  
5) La doctrina de Cristo es la práctica del perdón como la práctica del amor. En este sentido, Cristo nos enseña algo que no es "de este mundo". El mundo de Cristo es Israel bajo la  dominación Romana. Roma nos ha dado la justicia como la conocemos y un sistema de administración de justicia  para  garantizar su aplicación. La religión en que crece Cristo supone el pecado y la condenación, los dones del judaismo. Para que haya leyes que sancionen el crimen, se supone la existencia previa del crimen y la tendencia a realizarlo; para que haya pecado y condenación, se supone un hombre predispuesto al pecado. Ningún imperativo puede comandarse sin suponer la infracción: la ley del hombre supone al hombre predispuesto al crimen; la ley de Dios supone al hombre predisupuesto al mal. Cristo invierte la ecuación: si se perdona, se supone al hombre capaz del bien. El perdón supone juzgar que el hombre que obra el mal es intrínsecamente bueno; el castigo y la condena supone juzgar que el hombre que obedece y se porta bien, es intrínsecamente malo. El camino de Cristo por lo tanto, no es "de este mundo" literalmente. Ergo, Cristo perdona, y perdonando, libera al hombre del estigma de Caín: lo libera para que pueda tener la posibilidad de ser lo que es, un ser bueno.
6) Finalmente, el perdón es la doctrina de Cristo, y como tal, es la base el amor. Más bien, perdón y amor son las dos caras de una misma moneda. Se ama lo bueno del hombre, el bien que puede llegar a ser, y por eso se perdona el mal que obra. El perdón no es afin con las maneras del mundo. Y es que la salvación "no es de este mundo", pero es en cada momento posible. Cada instante es la salvación posible; cada instante es la perdición posible. Salvarse implica perdonar: perdonando se abandona el miedo, el odio, el rencor: sobreviene la tranquilidad del espíritu; perdonar significa quitar de los hombros del prójimo el peso del mal: se le da la oportunidad de comenzar de nuevo, limpio  -su acto ya no lo define, y por tanto, se salva. Esto no calza con el mundo y sus maneras. El mundo castiga y condena con la cárcel, la esclavitud, el látigo y la cruz:  todo esto es el reino de este mundo, del Cesar. El hombre salvo perdona y perdonando ama, y amando posibilita su salvación y la del prójimo: esto es de Dios. La salvación es hombre por hombre, cada uno debe encontrar el camino hacia ella, cada uno debe encontrar la manera de perdonar y perdonarse. Yo soy el camino la verdad y la vida: el camino se realiza aquí, la verdad se realiza aquí, la vida se realiza aquí. La salvación es aquí y ahora, si se quiere recorrer el camino que instaura el reino en el corazón.  

martes, 7 de septiembre de 2010

The Art of Longing

Feel an absent presence floating over anything you'd like to say. See the same eyes in all eyes and the same smile in every smile. Walk the streets in inadvertent randomness until you realize night has fallen and you smoked another pack away. Sleep a lonesome sleep, rise to a numb sun, go around the things you have to and ruminate lost moments from while to while.

everything points to the same path, a path that can be walked no more. The city wavers and all the streets run back to one place in the back of your head.

Longing is the art of patience.

Just wait for the hours to drop off the day.
Just wait for the day to end, just wait for slumber to come.

lunes, 6 de septiembre de 2010

A short excursus.... Thank you Beck



Por la música, que siempre es mi compañia, y por la poesía destartalada y oscura.

"walk around with a broken leg and a hundred dollar bill"
Creative Commons License
faceinstone by matias rivera baeza is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-No comercial-Sin obras derivadas 2.0 Chile License.