jueves, 24 de diciembre de 2009

Sistema Borgiano en Aforismos Mutuamente Dependientes.



Nota: estos aformismos han sido hechos de una vez y casi sin editar ni corregir. Es la primera parte de algo que puede demorar en ir avanzando. 

I


1) La ley de la probabilidad reina el universo, porque el universo esta allí y hay determinada cantidad de realidades posibles que pueden devenir del encontrarse en el tiempo las sustancias correctas, las circunstancias correctas, etc. Nada hay que gobierne la interacción entre los elementos, estos existen en una extensión infinitamente grande (en el universo) y estando allí,  por obra simple de la ley de probabilidad [ya que todo esta en movimiento, en cambio constante, y de esta interacción surge simplemente que todas las combinaciones posibles  de los elementos, postulados tiempos extensos, es decir, al ser el devenir ya larguísimo], se tienen que dar en algún momento las todas las interacciones.

2) La ley de probabilidad es la única ley (en cuanto domina la combinatoria) que no surge de la interacción de las cosas. Pensémoslo así: el contacto del aire o el agua (o ambos) con el metal producen óxido. Pero imaginemos un universo donde agua, aire y metal nunca coinciden, nunca entran en contacto.  Postulado un tiempo laaaargo, y si el universo esta en movimiento y deviene, entonces ese universo pensado se hace imposible. Sin embargo ¿puede decirse que fuese a existir algo como el óxido si las cosas concurrentes necesarias nunca hubieran concurrido? Toda “ley” que “gobierna” el universo no estaba inscrita de alguna forma en la “partida de nacimiento” del universo. Simplemente los elementos se encontraron allí y empezaron a interactuar. Esta interacción generó todas las leyes que rigen el universo: quitada la combinatoria de los elementos correctos, esas leyes pierden su existencialidad siquiera posible, por lo que dejan de ser operantes: si sucediese que los objetos estuviesen taaaan lejos que no alcanzara a haber efecto gravitacional ¿existiría la gravedad? Ergo, todo sale de la interacción, y la interacción da todo lo que es posible que se de. Ergo, por probabilística, todo se tiene que dar.

3) No hay “potencias” inscritas en la naturaleza de las cosas, nada esta bajo ninguna ley a no ser al interactuar con otra cosa.

4) Y al salir todo de la interacción de los elementos, sale el universo tal como lo que es: conjunto de infinita materia en movimiento. A medida que deviene, los elementos que constituyen las cosas, y por ende las cosas constituidas por estos, interactúan, se encuentran, chocan, etc. La única ley que puede escapar a ser parida por la interacción de las cosas es la de la probabilidad. Ella gobierna la interacción, y la interacción constituye las leyes (conductas de las cosas al irse encontrando unas con otras) que van moldeando el universo: el universo es uno con las leyes que lo rigen, pero bajo la égida de la probabilidad.

5) ¿Será que el Dios que nos creo era un cruppier? ¿O él creo el naipe, y la probabilidad es el cruppier? Pienso no sólo en las leyes de la materia; no sólo en los monos que, postulado un tiempo infinito y puestos frente a una máquina de escribir, por azar y probabilidad, terminarán escribiendo todo lo que debe escribirse, desde “adfsdfbdgnsd” hasta la “Ilíada” o “La Genealogía de la Moral”: pienso en los hechos morales, en el devenir histórico del hombre, en la bomba atómica, la muerte del Varón Rojo, la fabricación en serie de ceniceros y vasos…and so on.

6) Ante todo, hay muchas preguntas y dilemas y paradojas…El postulado: “la probabilidad es la fuerza alquímica que rige al ser” es uno de los postulados centrales de Borges, aunque el nunca lo enunció con esas palabras. Todo lo que diga Borges debe tomarse con seriedad; todo lo que calló igualmente –la obra que me dispongo a llevar a cabo es decir lo que él calló, con el apoyo de mi rudimentario intelecto y mala prosa.

7) Los dilemas que crea tienen que ver: con la naturaleza y la concepción del mundo; con los conceptos “azar” y “necesidad” (o “sin sentido” y “destino”); con el hombre como ser que piensa el universo y se piensa a sí mismo y como ser que actúa intencionadamente en el mundo (entendimiento y voluntad, determinismo y libre albedrío); con la naturaleza del creador y de la criatura (una vez más, si hay un Dios, y qué clase de Dios, de haberlo, hay); con el “bien” y el “mal”; con la naturaleza de la ciencia; con la metafísica; con el muy esencial problema: ¿Cómo es que hay papas fritas en el mundo?

8) Lo curioso de todo esto es que acá azar y necesidad coinciden: dado que el universo es azaroso, todo lo que es posible llegará a suceder: pero dado que todo lo posible lleguará a suceder, sucede como en la categoría de necesidad de Kant: es la unión de la existencia con la mera posibilidad. Dado que en el universo los hechos son posibles, y en el universo se dan los hechos, todos los hechos son necesarios: tienen que suceder…

miércoles, 16 de diciembre de 2009

Old concerns at years end

De nuevo siento que la ficcion es preferible a la realidad. Denuevo todo se vuelve cosa de fe, que prueba empirica alguna puede donarme la certeza o el conocimiento a lo menos probabilistico que las cosas suceden por una razon. Rara mania de mi especie necesitar una justificacion por lo que pasa, para hacerlo llevadero. La justificacion me cansa, que el decurso de las cosas siempre obliga a replantearse una y otra vez las cosas. Quisiera que Dios me aclarara mi lugar en la trama, y me dijera porque he obrado como lo he hecho, porque he dejado de obrar. Seria un consuelo supongo, que en una de esas me desesperaria la certeza del destino y lo prefijado. Sin embargo sigo en la fe en la paradoja: somos libres, hay un destino. Por mientras, la soledad que queda al final de este giro de la rueda deja una cama de melancolia...

(perdonar faltas de ortografia: telcado usado no acepta acentos)
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