martes, 21 de febrero de 2012

From a male perspective

"Si la lluvia llega hasta aquí
Voy a limitarme a vivir
Mojare mi alas 
como el árbol o el ángel,
O tal vez muera de pena"
Flaco Spinetta, "Canción para  los Días de la Vida"

Tanto pasa por las vidas de los hombres. Y tantas pasan por la vida de los hombres. En trechos cortos o largos años están al lado de uno tomándonos la mano... Valió la pena el pecado y la caída. Valió la pena el dolor y el trabajo...

Repasamos en la soledad su presencia, siempre aprendiendo a destiempo, y sin importar lo que hayamos dicho, cada una tiene su lugar y su importancia y  recuerdo y deseo y pena.

En la lluvia o el calor o los pastos o el libertinaje...

My respectful regards






sábado, 18 de febrero de 2012

El fin del Mundo (just let the video go on before your read.) (God writes in broken clouds we can never descipher)

Todos lo soslayan. Algunos creen que es el fin "del sistema", otros el fin de la vida sobre la tercera piedra (los rayos gamma dejarían solo chicarrones para que los marcianos del futuro hagan la autopsia de la vida en nuestra pequeña casa de oxígeno y ozono).

No se que será. No lo pienso ni lo anticipo. Me gustaría que el capitalismo (como un compañero de trabajo anticipa) cayese y otro sistema venga en su reemplazo. Pero soy escéptico de los sistemas inventados por el hombre (siendo hombre yo mismo y escéptico de mi mismo, ¿qué pueden esperar de mí todos ustedes, congéneres?), y la sustitución del capitalismo me huele inexorablemente a una grey comunitaria que apesta a lana mojada, a perro callejero y a la demasiada cercanía que la modernidad superó. Después de la electricidad y la anestesia, ¿quién realmente quiere volver a la barbarie? Aparte, si pensamos en una salvación  por mano del hombre...¿no es un poco ingenuo?

No sé que pasará este 21 de diciembre del 2012, ni me importa mucho: si hemos de morir todos, que sea un rápido y fulminante golpe escénico. Nos freiríamos todos a 2 turnos: los orientales y europeos y Oceánicos en el turno primero, y los sudacas, caribeños, norteamericanos y africanos a las 24 horas (22 de diciembre del 2012). Dejemos a los pobres pingüínos, osos polares y científicos de diversas nacionalidades sobrevivir en la Antárica...

Prefiero esperar ese momento decisivo pensando en otras cosas. Cosas como lo que la vida nos enseña a todos - sin importar el lugar en la escala alimenticia que ocupemos: las canas y el paso de los años (las mujeres ven sus pezones apuntar hacia el centro de gravedad de la tierra y los hombres ven que el pelo ralea año tras año -  el público lentamente se "va del estadio" como se dice en mi tierra que no es patria porque la patria no es más que una abstracción... cosas como la menopausia y la falla de la próstata también valen como duras experiencias).

El fin del mundo me hace pensar en qué significa vivir sobre esta precaria piedra que gira en torno a un sol olvidado en el culo del universo... Piénsalo vos también querido lector, escaso como sé que eres...pero fiel. Vivir sobre la tercera piedra del sol significa sufrir mucho, y también conocer un amanecer y los pájaros cantando sobre ciudades alumbradas por faroles extinguiéndose con la lenta reaparición del astro rey. Son momentos solitarios si no se ha dormido, pero lo justifican todo, como lo justifican (al menos en mi humilde perspectiva) el haber tenido parte en la aparición de la progenie por medio de uno de los actos más deliciosos que se pueden dar, la fornicación...

Nada somos más que momentos que se han iterado una y otra vez: el alumbramiento, la libertad de la juventud que nada sabe y que todo quiere, los hijos que llegan y son a la vez cadena y dulce felicidad, y la vejez y el crepúsculo y el ocaso.... Todo lo que sucede entermedio y que tanto nos complica no son más que variaciones a ese tema eterno. De nada valen ni la filosofía ni las ciencias ni el arte ni la religión ni la técnica, que el tema sigue siendo el mismo y la soledad de la muerte... Más vale recordar que el viento silva sobre nuestra pobre espalda que se encorva con los años y que, sobre el mar, el último rayo del sol es verde sobre un fondo áureo de nubes dispersas en el verano y reflejos amarillos enceguecedores.

Tranquilo quedo esperando el fin del mundo. Aufcuidensen mis parroquianos y el resto también, que lo más probable es que se beba champaña y haya fuegos de artificio y todo siga igual para el 2013. "Era el fin del mundo, como siempre"...

jueves, 16 de febrero de 2012

Flaco Spinetta.

No es mucho lo que puedo decir, porque todo lo dices mejor, así que dejo que hables por ti mismo, flaco grandioso. Llena ahora el otro lado de música exquisita y de la melancolía de un durazno, y nosotros nos quedaremos oyendo como ciegos frente al mar. La vida seguirá, pero en algún momento me detendré y volveré a escucharte, y vendrán de vuelta los momentos y las penas y las hojas serán del viento. Gracias flaco.

PD: Se me olvidó pedirte: cuando estés ante (si ya no pasaste frente a su presencia) el Dios todopoderoso, cantes con una guitarra amplificada con pura ganancia, por todos nosotros pecadores, "Me gusta ese tajo". El Cristo lo entenderá, porque le gustaba el tajo de María Magdalena....

AMÉN


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