martes, 30 de junio de 2009

Quimera busca!

Toda quimera busca a Dios. Lo divertido es que Dios no pide a la quimera que lo encuentre: esta frente a sus ojos y en su alma todo el tiempo. Dios dice: asemejate a un mosquito. La quimera no escucha, la quimera crea, recrea, sufre, llora, ama, odia, es feliz, se emborracha... Trata de no asemejarse al mosquito y busca...

Pobre quimera, que no encuentra lo que está frente a sus ojos porque no quiere ver!!!

Tenemos que ser justos: un mosquito no es interesante. La quimera tiene la llave del bien y del mal, del arte y la poesía, del lenguage y del genocidio, el progreso, la ametralladora; es capaz de matar sin necesidad, vive en el tiempo, se entrega a la filantropía y a la infidelidad; es capaz de decir verdadero y falso, imagina, dice "yo". Gran problema somos, quimeras todos... Se entiende que la Biblia nos ponga en el pináculo de la creación... Pero ¿y Dios que pensará de esa aserción? A veces me pregunto: ¿qué clase de quimera es Dios, que creó este mundo con esta quimera? ¿De que realidad escapa él? ¿Qué Dios le dice: "asemejate a un mosquito"?

Cuento de nunca acabar

Hablaba hace poco sobre el arte. Decía que el arte que sea una fiel copia de la realidad es un aburrimiento soberano. También agregué que es la "voz" del artista la que se cuela tras la obra. Conviene ahondar respecto a esto...



El arte presenta una obra acabada: hay una forma, un contenido, una voz y una intención que quieren "decir algo". Precisamente en este decir algo comienza la ficción y el quitarle el poto a la jeringa de "las cosas como son". Operación de fobia a las hipodérmicas que marcan toda nuestra vida, de hecho. El arte no puede alcanzar la realidad porque es muy humano, y el ser humano vive en la ficción cuando no esta imbuido en la realidad.



La realidad no se puede describir, no se puede reducir a una idea ni plasmar en un cuadro. No obedece a "intenciones", no se deja transcribir en "visiones" ni apresar en "una voz". Siempre es incesante cambio: de caras, de circunstancias, de preocupaciones. Cuando el puzzle parece cuajar en un bello "relato", si miramos con los ojos y no con la mente, aparece una pieza inesperada, alguien nos deja, cae desde no se donde un nuevo problema por solucionar, un golpe de empiria desbarata todo, caen los castillos de conceptos como cartas con un soplido. Tratar de apresar todo esto en "algo" significa aplicar visturí: dejar un molde bien firme que haga que todo tenga un "sentido", un "fin", un "principio", un "orden", una "predicibilidad", y así, una larga lista de etcs. Pero las cosas no son así, y esta intuición nos manda más allá del arte, la filosofía, la ciencia o la religión. Los hilos de las cosas se extienden más allá, siempre más allá, y no terminan de enebrar nada con pies ni cabeza. El cine muestra segmentos de la vida, al igual que el arte: todo acaba en algún momento, y dentro del perímetro de la tela, de las secuencias fotográficas, etc., nos dejan con una historia bien armada, con comienzo, desarrollo, fin. Pero el fin no llega nunca, siempre se esta comenzando de nuevo, y siempre se debe renovar el esfuerzo, poner el cuerpo a otra cosa que nos sale al bulto...

No captamos que sea la X, Kant lo dijo ya: la cosa en sí no se deja conocer. Pero es insidiosa y desbarata nuestra experiencia, juega con nuestro orden, trastoca la felicidad y la pena... ¿Cómo pueden el arte o la filosofía captar esto? Estas hueras palabras tampoco apresan esta intuición, arrancada entendiendo con los ojos... Pero sin palabras nada seríamos... Miento: seríamos un mosquito o una vaca o una anaconda, que van por la vida sin preguntarse nada, sin hacer cuadros, sin escribir libros, sin pagar cuentas... Quizás el paraíso sea un zoológico, y la bienaventuranza sea la humillación de la razón y de todo lo humano, del espacio, del tiempo, de la memoria...

Ser como esa canción de Sodom: "If you can't eat it or fuck it, then kill it". Pero esto es quimera, como lo somos nosotros, pues la quimera no puede ser real como lo real no puede ser quimera.

viernes, 19 de junio de 2009

Misterio del Silencio

Como fue que el hombre salio desde dentro del mono? El primer chispazo de razón tuvo que prender en la cabeza de algún homínido en las mesetas Africanas... Kubrick lo ve mirando el hueso, naciendo en el abismo del hambre, transformando algo en herramienta y así, imponiéndose por la violencia de significar...

Pero este mono creo un significante en su cabeza no a partir del significado... Lo significado llego a ser tal cosa desde el momento que el mono lo "significó así": el contenido del concepto no viene de aquello a lo que refiere el concepto (el significante "herramienta" no viene de la herramienta que se experimenta): aquello a lo que refiere el concepto se constituye una vez que el homínido en cuestión crea el concepto en su cabeza: el hueso se vuelve "arma" en su cabeza y "herramienta" pero sólo desde el momento en que se vierte el significado "arma" y "herramienta" sobre el hueso.

En el silencio de la vida sensual e instintiva, de estímulo y reacción, se cuela algo que separa la afección y la respuesta, los sentidos y el mundo: comienza a introducirse una cuña entre el homínido y el mundo: se cuela una voluntad que dice "yo" y dice "arma" y "herramienta"... El silencio se rompe, comienzan las palabras y el susurro incesante al interior de nuestros cráneos, el bien y el mal, el yo y el resto, la selva y la aldea....

Misterioso es el plan del gran arquitecto, que a los ojos del todo, un mosquito vale más que un humano, pero el humano definitivamente es más interesante....

martes, 16 de junio de 2009

El arte como ficción

Si el arte fuese una fiel representación de la verdad, no sería arte, sería un aburrimiento colosal. Incluso en el realismo fotográfico de algunos pintores, incluso en la fotografía, se cuela entre las formas y las texturas y las imágenes una organización extraña: el artista.

Me gusta el mundo de los sentidos, me gusta sentir y me gusta este minúsculo punto que gira alrededor de una chispa a punto de extinguirse. Siempre encuentro que el mundo rebasa todo lo que podamos decir: el arte y la literatura y nuestro pensamiento son remedos. No hay forma de representar una hoja girando en el viento o la sensación del agua gélida escurriendo por la cara.

Las palabras siempre se quedan cortas, las figuras son muy simples, las pinceladas no lucen lo suficiente: no podemos penetrar tras el velo si no renunciando a expresar lo que experimentamos, porque la experiencia es incomunicable. Al darse la comunicación, se oblitera la verdad, se simplifica el objeto, se rebana el ente y se difumina el color y las sensaciones. Máquinas de producción de significados, figuras, simbolos... Significados, figuras, simbolos que solo sirven para apuntar a algo, pero que no lo captan, no lo revelan.

Esta cascara es todo lo que va a dejar occidente al lijar lo impredecible e inefable del mundo: formas simples, formas homogeneas... Un desierto que crece, un abismo que se abre: la razón hecha materia, hecha carne, hecha potencia cósmica... La nada crece... Occidente cree que el hombre es el pináculo de la creación, pero considero al mosquito más digno de ella, menos sacrílego, menos insolente.

No se a donde voy con esto, pero el arte me decepciona mientras me entusiasma. Me identifico con él y con las palabras y con el pensamiento en la medida que soy humano. No puedo dejar de sentir una sospecha gigantesca y un signo de interrogación detrás del "discurso", de la "verdad" y de la concordancia entre proposición y objeto. No puedo dejar de sentir sospecha de nuestra factura humana, del "discurso" tras la obra de arte, tras la necesidad de explicarlo todo, ya que es arrancar de lo ente todo lo que lo hace ente: es pretender reducir la manzana a la "simplicidad" de una escencia, creyendo que los atributos y el objeto no se pertenecen necesariamente unos a otros. Es al revés, no hay "esencia" y "accidentes": hay "algo" y luego, hay una proposición que introduce separaciones en ese algo uno, lo hace múltiple, lo falsea: no hay verdad ya que el discurso no concuerda nunca con el objeto. El objeto se le escapa y la razón no quiere ver esto....

Ver con la mente, comprender con los ojos...

viernes, 12 de junio de 2009

Averroes

La ciencia enseña a no confiar en ninguna fuente que no sea el material de la experiencia: todo conocimiento debe ser objetivo, y objetivo significa que toda proposición pueda verificarse al cotejarla con el mundo sensible - si hay un objeto que corresponda a esa proposición, es verdadera... Pero, si no lo hay, no significa que sea falsa: ante la ausencia del objeto, la ciencia hace epoje y un elegante silencio debe enunciarse. Sin embargo, muchas miradas miran socarronas cuando hablo de Dios o de la divinidad... Es obvio que el método se volvió dogma y los supuestos que inicialmente eran sólo hipótesis de trabajo brillan tras esos ojos burlones como verdades indubitables, semejando proposiciones "metafísicas", justamente aquello de lo que el método abjura.

No importa. Así como la ciencia se ve forzada a proponer objetos hipotéticos para poder explicar los hechos (lo último es la "materia negra"), así yo me permito también caer en la falacia del consecuente: ante todo lo onírico y milagroso que ocurre entre los intersticios del tejido de hechos planos que llamamos cotideanidad, me permito inferir la divinidad y su amor...Me hace feliz y me conforta, me ayuda a sobreponerme y a esforzarme a entender lo mejor que puedo y a esperar maravillas. ¿Será que la segunda venida del Mesías tuvo lugar? ¿Será que fue tan modesto que se escondió bajo el manto de un escritor ciego? El mensaje ya llegó y quiero ser el Averroes que lo extienda, aplique y esparza sobre el mundo de los hombres... La salvación tiene caminos extraños. La salvación es aquí y ahora. La salvación es que la mente vea, que los ojos entiendan. Las palabras nos dejan en el umbral: no sirven para rasgar el velo.

viernes, 5 de junio de 2009

Salvación

El hombre quiere salvarse... este es su impulso más fuerte, lo que lo diferencia del mono, el elemento que saca lo mejor de él... Irónico que al final su instinto más fuerte será su sepulturero ... Interrogar el desarrollo de occidente es ahondar en el misterio de la salvación, y en su fracaso último: o se desvanece el hombre como ente llamado a decidir y a hacerse responsable y queda en su lugar un apéndice de la organización técnica del mundo, o el mundo colapsa bajo las pilas de basura, smog, erosión de los suelos, envenenamiento de los mares y un largo etc.

Otros piensan que podemos redimirnos de eso y volver a otro tipo de vida. Un mundo sin el traje de la técnica es un mundo que deja de estar sujeto a la escala del hombre... es el mundo de los yanomani y los massai... Sólo que 6000 millones no pueden vivir así... Traigan la sustentabilidad ecológica al mundo y desencadenarán la muerte como nunca antes se ha visto.

Ideas locas que se me ocurren...

martes, 2 de junio de 2009

La volición y el pensamiento parecen ser objetos de la religión cristiana: dejarlos por la renuncia y la fé. Si la volición tiene por objeto lo sensible, lo que entra por los ojos los oidos, la piel, es decir, lo plancentero, entonces es mala... Si el pensamiento es inquisitivo y busca las fuentes primordiales de lo que es, es sacrílego. La volición debe querer la castidad, la renuncia, es decir, cesar de tener un objeto concreto y reemplazarlo por algo abstracto para querer (la pureza, la castidad: todos sinónimos de renuncia). El pensamiento debe obedecer a la fé y justificarla... En ambos casos, se subvierte el sentido intrínseco tanto de la volición como del pensamiento.

Por eso me gusta el misticismo, que no es como la fé: se basa en la fé de que se puede llegar a la divinidad que se busca; se basa en que esta puede experimentarse aqui y ahora y en nosotros y en el mundo, no en un más allá que queda tras el pórtico negro de cuervos y tue tues mirandonos en el lecho de muerte, balbuceando la agonía de la vida encarnada... Me gusta porque ahora es siempre el momento, ahora es todo perfecto, ahora es la eternidad... El misticismo tambien es una promesa, pero a través de ella, a diferencia de la fe cristiana, se llega a amar el mundo, y a disfrutar del sol que sale, de los árboles y los grillos y las libélulas... Deus in omnibus ist, nunc et par secula seculorum... El misticismo nos dice que estamos salvos si queremos verlo, que el reino esta en nuestro corazón, en nuestra cabeza... y que trasponiendo el velo, esta Dios...
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