viernes, 12 de junio de 2009

Averroes

La ciencia enseña a no confiar en ninguna fuente que no sea el material de la experiencia: todo conocimiento debe ser objetivo, y objetivo significa que toda proposición pueda verificarse al cotejarla con el mundo sensible - si hay un objeto que corresponda a esa proposición, es verdadera... Pero, si no lo hay, no significa que sea falsa: ante la ausencia del objeto, la ciencia hace epoje y un elegante silencio debe enunciarse. Sin embargo, muchas miradas miran socarronas cuando hablo de Dios o de la divinidad... Es obvio que el método se volvió dogma y los supuestos que inicialmente eran sólo hipótesis de trabajo brillan tras esos ojos burlones como verdades indubitables, semejando proposiciones "metafísicas", justamente aquello de lo que el método abjura.

No importa. Así como la ciencia se ve forzada a proponer objetos hipotéticos para poder explicar los hechos (lo último es la "materia negra"), así yo me permito también caer en la falacia del consecuente: ante todo lo onírico y milagroso que ocurre entre los intersticios del tejido de hechos planos que llamamos cotideanidad, me permito inferir la divinidad y su amor...Me hace feliz y me conforta, me ayuda a sobreponerme y a esforzarme a entender lo mejor que puedo y a esperar maravillas. ¿Será que la segunda venida del Mesías tuvo lugar? ¿Será que fue tan modesto que se escondió bajo el manto de un escritor ciego? El mensaje ya llegó y quiero ser el Averroes que lo extienda, aplique y esparza sobre el mundo de los hombres... La salvación tiene caminos extraños. La salvación es aquí y ahora. La salvación es que la mente vea, que los ojos entiendan. Las palabras nos dejan en el umbral: no sirven para rasgar el velo.

No hay comentarios:

Creative Commons License
faceinstone by matias rivera baeza is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-No comercial-Sin obras derivadas 2.0 Chile License.