Cuando todo esta silente, disfruto estar despierto cuando debería dormir, fumar cuando debiera dejarlo, y recordar cuando debiera olvidar. La naturaleza del tiempo cuando no hay compulsión alguna por deber alguno me regocija, la naturaleza de la soledad también porque caben tantas cosas en ella. He poblado esta noche sin compañía con el contenido de mi cabeza. Mañana -hoy, en 3 horas - la ciudad volverá y los buses y la corbata y un cubículo bancario. La materia de la realidad se mezclará con el sopor y escucharé y veré la rutina lejana como un sueño que se manifiesta los ratos en que mis ojos no se cierran.
Por mientras, el silencio y las preguntas que dan vueltas a mi cabeza y los recuerdos y el espejo del baño. Me arropo en ellos y me niego a dormir,
miércoles, 16 de marzo de 2011
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